CARACTER RELIGIOSO DEL ARTE GÓTICO



El arte Gótico, a semejanza del Románico es eminentemente religioso, no sólo en su temática o contenido, ni por el hecho de que fue la Iglesia el principal mecenas o patrocinador, sino porque el arte fue considerado como un instrumento de evangelización durante todo el medioevo.
Si para la época Románica, la principal construcción fue el monasterio, para la gótica, fue la catedral. En tiempos románicos, los monjes, en especial los Benedictinos cumplían su labor religiosa dentro de los monasterios, mediante la práctica de una vida austera; pero al trasladarse el centro de actividad a las ciudades, fue necesaria la creación de nuevas órdenes religiosas, las cuales participaron directamente en la vida de los fieles, estas órdenes fueron las mendicantes.
El clero mendicante no estaba ligado a un determinado monasterio, sino que tenía un carácter dinámico y estaba obligado a predicar y luchar contra las herejías. Este carácter dinámico y su absoluta fidelidad hacia Roma “…permitió a los pontífices utilizar a franciscanos y dominicos como un verdadero ejército en defensa de sus intereses. En su papel de predicadores, misioneros, inquisidores
, canonistas, teólogos o intelectuales los mendicantes proporcionaron la base humana imprescindible pare el triunfo de la teocracia pontificia…” ( http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1074.htm)

Las órdenes mendicantes (del latín mendicare, pedir limosna) estaban obligados por el voto de pobreza, no obstante llegaron a recibir importantes donaciones de príncipes y burgueses que utilizaron en la construcción de iglesias y monasterios góticos. Las órdenes más importantes fueron: la de San Francisco de Asís, fundada en 1222 y la de Santo Domingo de Guzmán, fundada en 1215, también se crearon ordenes femeninas tales como las Dominicas y las Clarisas. Todas ellas contribuyeron al dialogo directo entre la iglesia y la nueva sociedad y su influencia espiritual alcanzó también al arte.
“…Las órdenes mendicantes resultaron así las grandes difusoras de la arquitectura gótica y, pese a ser órdenes austeras, promovieron el arte para gloria y honor de Dios…” ( Los Siglos del Arte”. El Siglo XIV. Sandra Baragli, edt. Electa. p. 38)

En un principio las construcciones religiosas fueron sobrias y sencillas, acorde con el principio de pobreza de los monjes, pero rápidamente se borra la imagen de austeridad y las iglesias son ricamente decoradas con esculturas y vitrales costosísimos, ejemplo de ello son la iglesia franciscana de la Santa Cruz en Florencia y la iglesia dominica de Toulouse. En especial, los Franciscanos utilizaron el arte como medio de propaganda religiosa y en consecuencia, san Francisco es continuamente reproducido en los frescos, retablos y vitrales, convirtiéndose en el favorito de la época gótica.

Santa Cruz de Florencia