ARTE GRIEGO Y SU EPOCA

Introducción - Marco Histórico
Grecia es sin lugar a dudas la cuna de la civilización occidental, de ella no sólo parte el principio humanista y el ideal de belleza que van regir durante más de 20 siglos, sino que su influencia se extiende a todos los ámbitos del conocimiento. De Grecia procede la filosofía, la medicina, la democracia, las artes, la tragedia, la poesía…

 Ahora bien, la estética o ideal de belleza griega esta definida de manera rigurosa por las leyes matemáticas y filosóficas. Se valora una obra que evoque el ritmo y el equilibrio universal que ordena que todas las partes de un conjunto estén proporcionadas entre sí, por lo tanto el artista debe cumplir con una serie de reglas llamadas “canon”. 
En consecuencia tenemos un ideal de belleza asociado al canon, al orden, a la proporción; en verdad, hacer una obra de arte implicaba más cálculos matemáticos que el uso de una simple escuadra, era una concepción filosófica del equilibrio. 
La religión moldeó la civilización griega con mucha originalidad, convirtiéndose en un hito fundamental en la vida de la antigua Grecia. A diferencia de las religiones primitivas, hijas del temor a lo desconocido, la religión griega o más exactamente la mitología, nace de la unión de la razón y la poesía. 
Afanosos por llevar todas las cosas al mundo de las ideas, los griegos dieron forma humana a los conceptos más abstractos, a las teorías o leyendas sobre el origen del cosmos y a todas las alegorías mitológicas. Zeus y los dioses olímpicos no sólo eran adorados con la magnificencia del Estado que consideraba la religión como algo oficial, sino también de manera privada por los ciudadanos. A los dioses se les ofrecían oraciones, himnos, fiestas, sacrificios y se les consultaba para la toma de decisiones en los oráculos. 
Pero los griegos no estaban sujetos a una teología rígida, su espíritu de libertad y la búsqueda de la verdad les permitía cuestionar el sistema de las cosas, pero estas inquisiciones teológicas y filosóficas siempre terminaban asentando la magnificencia de los dioses, “… como dijo el filósofo Jenófanes “Al principio, los dioses no lo revelaron todo, pero los hombres lo van descubriendo con el tiempo”. Tales (de Mileto), que fue un perfecto racionalista, capaz de predecir un eclipse … insistía sin embargo en que “todas las cosas están llenas de dioses” y esta era la actitud griega habitual…” (La Grecia clásica. C.M. Borra. Time-life internacional). 
En consecuencia los mitos griegos se extendieron a todas las manifestaciones artísticas desde la construcción de un magnifico templo a la elaboración de una simple jarra para beber agua, pasando por un poema épico o una canción lírica. 
De allí que filosofía, ciencia, religión y arte se fusionaran dando como resultado obras artísticas y piezas literarias que evocan el espíritu libre del griego, su búsqueda de la verdad y su amor por la belleza.
 
La historia de los griegos comienza a partir del año 1600 a.C., con la llegada de los aqueos, primer pueblo de habla griega, los cuales se radicaron en el Peloponeso dando lugar a la cultura micénica, fueron los fundadores de las fortalezas de Micenas, Tirinto y Pilos y su gloria llega hasta nosotros a través de los poemas Homéricos de la Ilìada y la Odisea, su rey Agamenón fue quién los condujo a la guerra contra Troya. (Este mundo micénico se desarrolló luego de la existencia de la brillante y pacifica civilización cretense, conocida también como minoica, por su legendario rey Minos, desaparecida misteriosamente, posiblemente por algún desastre natural.) Los micénicos gobernaron el mar Egeo hasta el año 1200 a.C. cuando fueron abatidos por las invasiones sucesivas de los Dorios, otro pueblo griego mucho menos civilizado.

Es así que, luego de la desaparición de los aqueos o micénicos, Grecia entra en una etapa oscura, llamada “Medioevo Helénico” de casi cinco siglos, durante los cuales la cultura, la escritura y el dominio marítimo desaparecen prácticamente. 
Alrededor del año 800 a.C. Grecia resurge cual ave fénix y empieza a formarse una identidad griega con todos los pueblos helénicos (aqueos, dorios, jonios y eolios) con religión, costumbres y artes similares. Gracias a la prosperidad y expansión demográfica los griegos se expandieron en colonias por todo el Mediterráneo y en las costas del Mar Negro dando lugar a la reactivación del comercio marítimo no sólo con sus colonias sino con los pueblos vecinos de Egipto, Fenicia, Persia. Es así que el mundo de los griegos se desarrolló alrededor del mar. No fue algo accidental elevar la divinidad del dios Poseidón como el segundo en la jerarquía mitológica. El mar era fuente de alimentos y campo de lucha, pero en especial era la ruta comercial que conectaba con lejanas ciudades. 
En efecto, el campesino griego nunca fue capaz de alimentar a toda Grecia, pero producía vino, trigo, aceite de oliva y lana, que junto a la cerámica y la orfebrería eran comercializados a través de las rutas marinas de los mares Egeo, Negro y Mediterráneo. 

A diferencia de otras civilizaciones, por ejemplo la egipcia y asiría, que construían colosales templos y pirámides gracias al trabajo obligatorio y gratuito de los esclavos. El arte griego es realizado por hombres libres que cobran por su trabajo, en consecuencia se huye de la obsesión por lo colosal y se construye con base a una escala propia de una ciudad y no de un imperio. 
Los griegos buscaron la grandeza no en las dimensiones sino en las proporciones y en el equilibrio de la belleza. 
En el campo arquitectónico los edificios más característicos fueron los templos clasificados según los tipos de órdenes o estilos de columnas (dórico, jónico y corintio). La manifestación artística por excelencia fue la escultura, sujeta a un canon de proporciones para lograr la perfección del cuerpo humano. En cuanto a la pintura, se conservan muestras maravillosas en la decoración de cerámicas, que evidencian lo adelantado de su técnica y virtuosismo. 
En capítulo anterior tratamos sobre el desarrollo artístico de la Grecia micénica, en este trataremos propiamente de la cultura helénica, ya que habitualmente suele considerarse a la invasión doria como el principio de la civilización helénica. 

Características del arte griego: 

1.- Carácter religioso.- 
Los dioses aparecen en todas sus manifestaciones artísticas. El templo, morada de sus dioses, es el edificio más importante y ocupa un sitio preferente en la Acrópolis. La escultura y la pintura  representan a los dioses, semidioses y a los múltiples mitos que componen la teología griega. 
La religión de los griegos era antropomórfica, los dioses eran como seres humanos, pero potenciados, con virtudes y defectos humanos. Algunos mitos son explicaciones poéticas de la cosmología griega, del origen del mundo; pero otras veces tratan de relatos caprichosos, donde los dioses se enfrentan unos a otros para satisfacer sus pasiones humanas tales como obtener el poder, favorecer a los amigos, vengarse del enemigo o conquistar el amor.
Mitologia griega.- Los griegos desarrollaron una compleja mitología, en la que los dioses, aunque eran inmortales, tenían atributos humanos. La mayoría de los cultos a estas divinidades tenían carácter festivo, como el teatro o los Juegos Olímpicos. De izquierda a derecha se representan algunos de los más importantes dioses griegos, reconocidos por sus atributos: Zeus (el cetro y el rayo), Atenea (su armadura), Hermes (caduceo, sandalias y gorro alado), Artemisa (el arco), Apolo (la lira), Afrodita (la rosa) y Dionisio (la uva). 

2.- El ideal de belleza.- 
No existe un criterio universal para definir la belleza, cada individuo o grupo social, en cada época o momento percibe la belleza de un modo particular; no obstante, los griegos establecieron un concepto de belleza que ha imperado en el mundo occidental por 25 siglos. Para ellos, el arte no es una simple imitación de la naturaleza sino que tiende a representar una naturaleza perfecta. 
La escuela filosófica de Pitágoras observó que la belleza perfecta estaba relacionada con un sistema de proporciones matemáticas, es así que los objetos más bellos eran los más armónicos y proporcionados. “…No existe separación, según este punto de vista, entre el arte, ciencia, matemática y filosofía; todo conocimiento humano esta destinado a la búsqueda de la perfección…” (Wikipedia). “…El arte debe perseguir la apariencia del orden secreto que gobierna el mundo y que constituye la belleza…” 
En este sentido el griego considera bello todo lo ligado a los conceptos de proporción, mesura, ritmo, equilibrio, que hacen que todas las cosas, inclusive la construcción de un templo o la realización de una estatua se encuentren sujetas a las leyes del número. “… Según esta estética, todas las partes de un conjunto se hallan ordenadas entre sí, proporcionadas por una medida común. A eso que nosotros llamamos una relación, los griegos lo denominaban canon que significa regla…” (“Historia del Arte”. Germain Bazin, Ediciones Omega. Pág. 69). 
En consecuencia, la perfección de los números, de la proporción y la armonía fue plasmada en la arquitectura y la escultura con la aplicación de los conceptos del “orden arquitectónico” y del “canon de belleza”. 
El Partenón es la obra arquitectónica donde mejor se refleja el canon u orden arquitectónico, su belleza radica en la relación numérica de cada una de las partes del edificio con el todo, a los fines de lograr una obra armónica y grata a la vista. En la escultura, el ideal clásico de belleza fue logrado por Policleto, quien escribió un tratado de escultura donde estableció su Canon de proporciones aplicable al cuerpo humano. El hombre perfecto debía estar sujeto a las leyes de la armonía, entendida en el sentido Pitagórico de la proporción como orden divino. Así, Policleto estableció entre otras medidas, que la altura del cuerpo debía corresponder a siete cabezas, el pie debía medir dos veces la longitud de la mano, la pierna desde el pie a la rodilla debía medir 6 palmos y la misma medida entre la rodilla y el centro del abdomen… Para demostrar la belleza y exactitud de su canon, esculpió el Dorífero, un joven atleta completamente desnudo que portaba con desenvoltura una lanza. Posteriormente, otros escultores modificaron las medidas para lograr una figura más estilizada y elegante.

El Dorífero. Copia de una obra de Policleto.- (El portador de lanza). 2.12 mts. Museo arqueológico de Nápoles. La belleza se concebía como el resultado de cálculos matemáticos. El célebre Canon de Policleto, desgraciadamente perdido explica los principios del sistema de proporciones que debía tener el cuerpo humano; entre otras medidas se señalaba que la cabeza debía ser la séptima parte del cuerpo

3.- Representación natural e idealizada de la figura humana.- 
El cuerpo humano era el motivo fundamental del arte griego. Los griegos  dignificaron  al hombre y le dieron valor como individuo libre y pensante “…El mundo esta lleno de maravillas – afirmaba Sófocles - pero nada es tan maravilloso como el propio hombre…” , de allí que el mismo se convirtiera en fuente e inspiración del arte, casi a la par que los dioses y semidioses.
Ahora bien, esta representación natural de la figura humana estaba idealizada y respondía a una concepción perfecta del cuerpo humano, sin defectos tangibles, únicamente se esculpían figuras de dioses y jóvenes atletas en la plenitud de su belleza. Sólo a partir del período helenístico, gracias a la exploración de las emociones humanas, al mayor conocimiento de la anatomía y a la búsqueda de la individualidad se llega a un concepto más realista del hombre.
En  efecto, en esta última etapa del arte griego, se representa a un ser humano lleno de emociones y con defectos; así por ejemplo, si esta muriendo se plasma el dolor y la agonía, si es anciano se aprecian sus arrugas en el mármol.

Venus de Milo.- Anónima. (aprox.130 a 100 a.C.) (211 cm.) Mármol. Museo del Louvre. Es una de las esculturas más representativa del período Helénico, paradigma de la belleza y sensualidad femenina, admirada por todos y copiada por grandes artistas como Dalí. Fue encontrada en Milo una de las islas Cicladas y desenterrada por un campesino que la vendió al embajador francés en 1819. El gobierno turco reclamó la estatua en el año 1960 aduciendo que la estatua había sido sacada ilegalmente de la isla, bajo el dominio del imperio Otomano para aquella época. Al serles negada la estatua amenazaron que si no la devolvían, ésta jamás recuperaría sus brazos. En cuanto a sus brazos, nadie creyó que estuvieran en posesión de los turcos y se supone que uno sujetaba la túnica y el otro la manzana de oro, premio que le entregó el príncipe Paris a Afrodita, al ganar el concurso de la diosa más bella del Olimpo, hecho que provocó al final la guerra de Troya.

  4.- El escorzo.- 

El gran descubrimiento del arte griego fue el escorzo. Si bien durante el periodo arcaico las esculturas eran rígidas, simétricas y sometidas a la ley de la frontalidad, poco a poco el artista griego empieza a representar la figura humana en la misma perspectiva en que la ve, dando naturalidad al movimiento. 

No es sino durante la época Helénica, que los griegos alcanzan el dominio del escorzo y en consecuencia los cuerpos se giran y retuercen dando una nueva perspectiva a la figura humana en movimiento. El escorzo es utilizado en la pintura y en la escultura para representar una parte del cuerpo que esta girada con respecto al resto. 

Según la enciclopedia Wikipedia, escorzo es reducir la longitud de los objetos según las reglas de las perspectivas, es el término usado para referirnos a un cuerpo en posición oblicua o perpendicular a nuestro nivel visual. El escorzo aparece principalmente en la época helenística, aproximadamente en el año 320 a.C., como ya se indicó y posteriormente deja de utilizarse durante el medioevo, reapareciendo en el Renacimiento, con Miguel Ángel.

Laocoonte y sus hijos.- (2.45 mts) Mármol blanco. Museo Vaticano. Período Helénico Escuela de Rodas.- Es un original griego encontrado en el año 1506 en terrenos que habían formado parte del Palacio del emperador Tito. Miguel Ángel ayudó a identificarla como la obra descrita por Plinio el Viejo. Cuando se le encontró le faltaban el brazo derecho de Laocoonte, él de uno de los hijos, la mano del otro hijo y partes de las serpientes, Miguel Ángel propuso restaurarla e incluso realizó el brazo del Laocoonte pero nunca llegó a colocársele. En 1905 fue encontrado el brazo, tal como lo había esculpido Miguel Ángel y se restauró la obra. Representa al sacerdote Laocoonte y sus hijos devorados por dos serpientes marinas, castigo al que fueron merecedores por tratar de advertir a los troyanos sobre el peligro del famoso caballo de Troya. Las figuras aparecen en escala diferente, reminiscencia del arte egipcio que otorgaba mayor tamaño a la figura principal. Esta obra sigue la línea piramidal y la nota más característica es el escorzo, los cuerpos giran de su eje central magistralmente. 

5.-Policromía.- 

Durante mucho tiempo se creyó que los mármoles blancos de los templos y de las esculturas eran propios de la belleza griega, incluso el gran arqueólogo Winckelmann en su obra “Historia del arte de la antigüedad” habló de la blancura de los mármoles como una regla estética “… Como el blanco es el color que refleja la mayor cantidad de rayos lumínicos, es más perceptible; por tanto un cuerpo será tanto más bello cuanto más blanco sea…” Es así que Winckelmann idealizó un mármol radiantemente blanco y lo elevó al rango de ley, acatada por Miguel Ángel, Bernini, Antonio Canova, etc. al realizar sus obras escultóricas. (“Arte Griego”. Michael Siebler, Edt. Taschen. Pág. 23) 

Pero el descubrimiento de nuevas fuentes arqueológicas griegas y el estudio con aparatos e instrumentos modernos han demostrado la falsedad de este hecho. La realidad es que el arte griego era policromado. Debemos pues hacernos a la idea de un Partenón con sus paredes, sus relieves y sus columnas lleno de colores, porque los griegos consideraban que una obra no estaba terminada hasta que los pintores realizaban su trabajo.

 “… Plinio el viejo recoge una anécdota que ilustra esta tesis. Preguntando en cierta ocasión por cuáles eran sus esculturas de mármol preferidas, el famoso escultor Praxíteles respondió “quibus Nicias manum admovisset” (aquellas en las que puso sus manos Nicias). Según esto, Nicias no sólo destacó por sus cuadros, sino también por su “cirumlitio”, por pintar totalmente una estatua…” (“Arte Griego”. Michael Siebler, Edt. Taschen. Pág. 25)

Recreación de una estatua del frontón de Afea, Gliptoteca de Munich. La imagen nos muestra la exuberante policromía que caracterizó el arte griego. El templo dórico de Afea ubicado en la isla de Egina en un principio se creyó que estaba dedicado al dios Zeus o a la diosa Atenea, pero a partir de las excavaciones de 1901 se determina que fue construido en honor de la ninfa Afea, hija de Leto y hermanastra de Apolo y Artemisa. A la ninfa se le atribuye la invención de las redes de caza. Las esculturas fueron realizadas en el estilo severo, un estilo de transición entre el periodo arcaico y el clásico. 

Periodos del arte griego: 
La historia artística griega se divide en cuatro períodos: geométrico, arcaico, clásico y helénico que responden grosso modo a cuatro etapas históricas: la época oscura o medioevo helénico, la monarquía, la democracia y la época imperial. En este capitulo nos referiremos al marco histórico de dichos momentos artísticos que serán desarrollados posteriormente al estudiar la arquitectura, la escultura y la cerámica fundamentalmente. 
1.- Periodo geométrico 
Se ha establecido que el inicio de la edad oscura griega esta relacionado por las invasiones sucesivas de los Dorios, procedentes del norte de Grecia y de los llamados Pueblos del Mar, no obstante todavía resulta intrigante como unos pueblos nómadas pudieron imponerse y acabar con una civilización mucho más avanzada y superior militarmente como la Micénica; de allí que se piense en posibles desastres naturales e incluso en rivalidades entre los mismos pueblos micénicos. Lo cierto, es que la cultura micénica desaparece y da paso a una época oscura donde la economía se reduce a una agricultura rudimentaria, se olvida la técnica para la construcción de palacios y edificaciones en piedras y el boyante comercio marítimo es sustituido por el pillaje. Incluso se pierde el conocimiento de la escritura lineal micénica, por lo que no existen textos o documentos que testifiquen sobre esta época. 
Estos grupos independientes poco a poco se asientan y subsisten de las labores agropecuarias y de la piratería, posteriormente van uniéndose gradualmente por razones defensivas formando las futuras ciudades-estados. 
Propios de la edad oscura griega (1100 a 750 a.C.) son los diseños geométricos en la cerámica, la talla de pequeñas figurillas llamadas Xoanon de estilo “cubista” y en cuanto a la arquitectura se construyen santuarios de madera, los cuales no han sobrevivido.
Vaso de Dypilon. Período geométrico. (aprox. 750 a.c.). La decoración geométrica a base de líneas y grecas de la cerámica va a dar nombre a este período artístico. 

2.- Periodo arcaico 
A partir del siglo VII a.C. las nacientes ciudades-estados, aunque conservan su independencia, toman conciencia de su unidad cultural, religiosa, lingüística y racial y se identifican asimismo como griegos o helenos. Para ese entonces las ciudades más importantes de la Hélida fueron Esparta, Atenas, Corinto y Tebas, las cuales eran gobernadas por reyes. 
El rey, en un principio apoyado por una aristocracia poderosa y privilegiada, va a dar paso a la figura del tirano, con una concepción muy distinta a la de hoy en día. Estos “tyranos” son aristócratas con conciencia popular que asumen el poder de diferentes modos: golpes de estados, revueltas populares o intrigas, pero van a gobernar a favor del pueblo e implantando políticas a su favor, lo que a la larga traerá prosperidad económica y paz social. 
En esta época los griegos se recuperan económica y culturalmente, reaparece la moneda, la escritura y se produce un asombroso renacer de todas las artes. 
El crecimiento de la población y la necesidad de expandirse trajeron como consecuencia la colonización bajo la dirección de las Polis o ciudades-estados. 
Los griegos se dirigen a ultramar y fundan ciudades que mantienen una alianza económica con la ciudad madre o metrópolis. Se establecen, entre otras las colonias de Jonia en Asia Menor donde se desarrollaron las ciudades emblemáticas de Mileto, Pérgamo y Éfeso; en Magna Grecia (sur de Italia y Sicilia) fundan las ciudades de Siracusa y Pesto; en Francia la ciudad de Massalia y en España la ciudad de Ampurias.
Mapa de la expansión de la cultura griega. Los símbolos en rojo representan las colonias griegas, mientras que los amarillos son colonias fenicias.- 

Gracias a esta enorme red colonial, el comercio marítimo griego crece inusitadamente y se exportan a las colonias y pueblos vecinos vino, lana, aceite de oliva y productos de gran calidad como la cerámica y orfebrería, a cambio de materias primas necesarias para su desarrollo. 
En materia artística se construyen importantes templos en piedra y se desarrollan los estilos dórico y jónico. Los templos mejor conservados de esta época se encuentran en la Magna Grecia. 
En cuanto a la escultura se realizan con marcada influencia egipcia, las estatuas de los Kouros y Kores, figuras de jóvenes desnudos y chicas vestidas con las tradicionales túnicas griegas que se ofrecían como exvotos en los templos. Al final del período la escultura se aparta de los modelos egipcios, rompiendo la ley de la frontalidad y en consecuencia se realizan magnificas obras con un lenguaje netamente griego. 
La cerámica alcanza su máximo esplendor con los estilos pintados con figuras negras y con figuras rojas. La decoración de los vasos con las más variadas formas nos permite descubrir lo avanzado de la técnica pictórica. Igualmente nos permite reconstruir gráficamente la vida y la religión del pueblo griego con testimonios gráficos de sus costumbres.

Kouros y Kores.-. Son estatuas rígidas y simétricas, que cumplen con el principio de frontalidad o frontalismo, propio de la escultura egipcia, es decir la figura se realizan para ser vista de frente. La palabra Kouros o Kuros significa hombre joven y suelen representarse desnudos. Las Kores o figuras femeninas, tienen las mismas caracteristicas de sus compañeros masculinos, pero se representan desnudos. Observese en ambas ilustraciones la típica "sonrisa arcaica."

3.- Período Clásico.-
Los siglos V y IV a.C. representan el equilibrio y la madurez artística de Grecia. En esta época se pone fin a la tiranía en Atenas y nace la democracia alcanzando su más alto nivel de desarrollo. Entre los hechos históricos más resaltantes ocurridos en esta etapa se encuentran las Guerras Médicas contra los persas.

Pericles.- (495-429 a.C) Político y orador ateniense. A los 30 años inició la carrera política dentro del partido democrático de Epialtes, quien muere asesinado, asumiendo Pericles la dirección del partido. Fue nombrado Estratego o jefe militar en el año 454 a.C. Consolidió la posición hegemónica de Atenas con la creación de la Liga de Delfos. Utilizó el dinero entregado por las ciudades griegas a la Liga para la protección y defensa contra los persas a los fines de reconstruir la Acropolis; motivo por el cual fue acusado de malversación. Gracias a su genio y habilidad oratoria fue eximido de culpa.
Su gobierno coincidió con el momento de máximo esplendor del pensamiento y arte griego, por lo que senomina el siglo V a.C. como el "Siglo de Oro de Pericles".
Atenas bajo la dirección de Pericles, reconstruyó la Acrópolis incendiada durante las guerras Médicas y se erige el Partenón en honor a la diosa Atenea, el más importante de los templos griegos, donde el estilo dórico alcanza su expresión más perfecta. Igualmente nace una nueva forma arquitectónica: el teatro. La escultura goza de su momento más culminante, las figuras de Mirón, Policleto, Plaxíteles, Scopas y en especial Fidias marcan un hito en las artes plásticas, éste último no sólo decoró el Partenón, sino que también realizó una de las siete maravillas del mundo: El Zeus criselefantino, hoy desaparecido y del cual se tiene referencias por referencias o testimoniales.

Zeus Criselefantino. Fidias. (aprox.432 a.C.) Es una de las siete maravillas del mundo antiguo. La estatua media 12 metros de alto y fue esculpido en marfil recubierto de oro y piedras preciosas. Según los testimonios de la época, el dios estaba sentado en un trono con el torso desnudo y la cabeza coronada con una rama de olivo. En la mano derecha sostenía a Niké (la Victoria) y con la otra el cetro rematado con un águila. En el trono aparecían en relieve las escenas sobre el nacimiento de Afrodita, diosa del amor y la matanza de los hijos de Niobe. La reproducción más confiable corresponde a la moneda de Elis, en una de sus caras aparece Zeus entronizado y en la otra un detalle de su cabeza. Según fuentes literarias, Fidias al realizar la estatua del Zeus Olímpico fijó la idea de lo que un dios debía ser. Posiblemente la estatua fue transportada a Constantinopla donde fue destruida por un incendio. 

En el campo literario florece la tragedia con Esquilo, Sófocles y Eurípedes, la comedia con Aristófanes, la historia con Herodoto y Tucídides y finalmente surgen Sócrates, Platón y Aristóteles en la Filosofía.

Recreación de la Acropolis de Atenas.-

Las dos grandes potencias son las ciudades de Atenas, de gran desarrollo cultural y Esparta caracterizada por su espíritu y formación militar, ambas entran en conflictos durante la Guerra del Peleponeso, una cruenta guerra civil, que trajo como consecuencia el fin de la hegemonía ateniense y de la democracia, así como el debilitamiento de las ciudades-estados.

4.- Periodo Helenístico. 
La época Helenística comienza con Alejandro Magno (aprox. 320 a.C.) y termina con el suicidio de Cleopatra y Marco Antonio (30 a.C). Es el período existente entre el declive de las ciudades griegas como Atenas, Tebas y Esparta y el ascenso de los romanos al poder.
La guerra del Peleponeso entre Atenas y Esparta trajo como consecuencia que la primera perdiera su hegemonía política y cultural, no obstante Esparta, no pudo consolidar el poder. 
El desenlace definitivo vendría del norte, cuando el rey Filipo de Macedonia dominó las ciudades-estados. A continuación, su hijo Alejandro construyó el imperio más grande jamás conocido. Sus campañas en Asia Menor, Egipto, Persia e India modificaron no sólo el mapa político, sino la cultura y la vida social de todo el imperio. 
El arte griego, como consecuencia, se alimenta de la influencia oriental y a su vez influye poderosamente en las culturas de Egipto y Oriente Medio. Gracias a una economía próspera, a la aparición de una clase aristocrática pudiente y al desarrollo urbanístico de las nuevas ciudades de Alejandría, Pérgamo, Antioquia y Rodas,  las bellas artes alcanzan grandiosidad y se realizan tres de las llamadas “Siete maravillas del mundo”: el nuevo templo de Artemisa en el Èfeso, el Faro de Alejandría y el Coloso de Rodas, todas desaparecidas.
















El Coloso de Rodas era una gigantesca estatua del dios griego Helios (el Sol), erigida en la isla de Rodas, Grecia, en el siglo III a.C. por escultor Cares de Lindos. Fue considerada una de las siete maravillas del mundo. Todo lo que se conoce sobre esta estatua se debe a las noticias que nos han dejado los escritores antiguos. Hecha con placas de bronce sobre un armazón de hierro, tenía 32 metros de altura y un peso de 70 toneladas. 56 años después de su construcción fue derribada por un terremoto. El Faro de Alejandría.- Fue una torre construida en el siglo III a.C. por Ptolomeo II en la isla de Pharos en Alejandría. Se estima que medía 150 metros aproximadamente, siendo la estrucutra más alta del mundo por muchos siglos. Su arquitecto fue Sostrato de Cnido. El faro fue severamente dañado por los terromotos de 1303 y 1323. Los restos fueron utilizados en el año 1480 para la construcción de un fuerte. 

Los estilos dóricos y jónicos decaen por el desuso y surge el estilo corintio. Aparece la arquitectura civil como el buleuterión o casa del consejo y se crean bibliotecas. 
El ideal de belleza representado en la escultura durante las épocas arcaicas y clásicas se modifica sustancialmente. La plástica está influida por el expresionismo de Lisipo y en consecuencia se busca el realismo. No se representan únicamente figuras de jóvenes atletas y dioses en la plenitud de la madurez, sino que se tallan figuras de niños y ancianos, antes desconocidos. Surge el retrato y la figura imberbe y triunfante de un joven con su cabeza rizada evocando la cabeza de un león sirve para identificar a Alejandro Magno.

Mosaico de Alejandro Magno. (5,82 x 3,13 mts.). (aprox. 200 a.C.). Encontrado en la casa del Fauno en Pompeya, actualmente en el Museo Arqueológico de Nápoles. El tamaño de las teselas es de 2 a 3 cm y el número total asciende a 1.500.000. El mosaico se considera una copia fiel de una de las pinturas de Philóxenos de Eretria o de Apeles y representa La batalla de Issos , en la cual Alejandro derrotó a Darío III de Persia. En la escena se ve a Alejandro con la cabeza descubierta y atacando con la lanza. Los soldados persas se ven atemorizados, en el suelo están las armas rotas, los caballos derribados y algunos soldados heridos o muertos. Los colores de este mosaico son: blanco, amarillo, rojo y negro, todos ellos en varios matices. La ciudad romana de Pompeya, sepultada por el Vesubio en el año 79 de nuestra era asimiló la cultura, las costumbres y la religión de la Magna Grecia.