FILOSOFIA MEDIEVAL

Con la expansión del cristianismo en Europa se produce un cambio en esta ciencia, los problemas planteados giran en torno a la relación de la fe y la razón, entre la verdad revelada y el conocimiento filosófico. San Agustín (354-430), el más importante filosofo de la época de transición entre la Antigüedad y el Medioevo une las ideas platónicas con la doctrina cristiana y sienta las bases de la filosofía medieval. El santo de Hipona comparte la concepción platónica de las ideas, en el sentido de que éstas son modelos que existen en el espíritu o pensamiento de Dios, a partir de las cuales se produce la creación de las cosas.

 En el siglo XI, siglo en el cual aparece el ARTE ROMÁNICO se produce una gran labor filosófica y un replanteamiento del pensamiento Aristotélico. Los trabajos de los grandes filósofos griegos son traducidos por eruditos musulmanes y conocidos en occidente gracias a las aportaciones de los filósofos de Al-Andalus y a las traducciones del árabe al latín realizados en los reinos cristianos de la península ibérica. Los filósofos musulmanes, judíos y cristianos interpretaron estos escritos en una tentativa por conciliar la filosofía con la fe y dotar de pilares racionales a sus creencias religiosas. 
La Escolástica fue el movimiento filosófico y teológico imperante en las escuelas y universidades medievales, desde mediados del siglo XI hasta el siglo XV. Esta corriente intentó utilizar la razón natural para comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana. Con este fin se utilizó el método escolástico desarrollado por las escuelas monásticas. 
Características de la doctrina Escolástica: La principal preocupación de los escolásticos no fue conocer nuevos hechos sino integrar los conocimientos adquiridos por el razonamiento y por la revelación cristiana; este interés es una de las diferencias más característica entre la escolástica y el pensamiento renacentista. Los filósofos medievales afirmaban que debía existir armonía entre la razón y la revelación, porque Dios era la fuente de ambos tipos de conocimientos. Cualquier oposición aparente entre la revelación y la razón se debía al uso incorrecto de la razón o a una errónea interpretación de las palabras divinas. No obstante, en casos inconciliables, la revelación, por ser la palabra de Dios, tenía un mayor grado de certeza.
“…En los conflictos entre la fe religiosa y razonamiento filosófico, la fe era siempre el árbitro supremo, la decisión de los teólogos prevalecía sobre la de los filósofos…”
Otra actitud común entre los escolásticos fue el sometimiento a las llamadas Autoridades, es decir, a los grandes filósofos de la Antigüedad y a los primeros Padres de la Iglesia, especialmente San Agustín. A ellos se les atribuían certezas inmutables y eran citados para dar fuerza a sus propias opiniones. Método.- Los Escolásticos utilizaron la lógica y el vocabulario filosófico de Aristóteles en la enseñanza, demostración y discusión de sus teorías; su método fue, por lo tanto dialéctico o discursivo. Se acostumbraba a comentar y discutir un texto en debates públicos, desarrollándose el poder de la crítica; estos comentarios que expresaban el pensamiento personal del maestro llegaron a ser la parte más amplia y trascendente de dichos textos.

Período de la Escolástica temprana.-
Esta etapa filosófica coincide aproximadamente con la aparición del ARTE ROMANICO. El problema de los Universales fue el tema central de esta época; es decir, si los conceptos universales (por ejemplo “la humanidad”) tenían o no realidad propia. Hubo dos posiciones: el Nominalismo planteaba que el concepto universal sólo existe como nombre o como palabra, que lo real era lo individual (por ejemplo: el hombre), esta tesis fue defendida por el filosofo Roscelino; la segunda, el Realismo, afirmaba que lo universal es la realidad verdadera y existe sobre lo individual, por lo tanto no existen verdaderas diferencias entre los distintos individuos de una universalidad, que las diferencias se deben a distintas combinaciones de características y estados, tesis representada por el filosofo Guillermo de Champeaux.

Abelardo o Pedro Abelardo, profesor de lógica y máximo exAponente del método escolástico, cuya vida romántica opaca su grandiosidad como filósofo da repuesta a la cuestión de los Universales, por una parte critica a Roscelino por no dar importancia a los conceptos universales y también critica a Guillermo por considerar que lo universal es la realidad. Según Abelardo lo universal no es una cosa realmente existente, sino una abstracción creada por los hombres, los conceptos universales únicamente existen en el pensamiento subjetivo. Los conceptos universales son creados por el entendimiento humano reuniendo las semejanzas de las cosas concretas, para crear un nuevo concepto abstracto. Con esta concepción Abelardo da a los hombres una función creativa que se opone a la concepción medieval del hombre como un mero receptor pasivo de la creación, esto supone un aspecto extremadamente moderno de su filosofía.
También debemos mencionar dentro de esta época a los pensadores judíos, el rabino Maimónides, quién intentó armonizar la filosofía aristotélica con la revelación divina del judaísmo, en un espíritu similar a los de los escolásticos cristianos. Igualmente el jurista, físico y teólogo hispano-musulmán Ibn Ruchd, mejor conocido por los latinos como Averroes, el filósofo islámico más importante de la edad media, quien logró que la ciencia y el pensamiento aristotélico tuvieran gran influencia en el mundo medieval, gracias a sus lúcidos y eruditos comentarios de la obra “Metafísica”. Averroes, al igual que los escolásticos, daba por sentado que las verdades eternas que se alcanzan a través de la religión pueden ser fundamentadas con ayuda de la razón.

La Alta Escolástica.-
La expansión de los escritos de Aristóteles, así como las explicaciones de los sabios árabes y judíos supuso una revalorización de las ciencias: astronomía, física, matemática, medicina, filosofía… las cuales se encontraban sometidas a la teología y se consideró que todas estas disciplinas debían tener sus propios contenidos y métodos. En pleno florecimiento del ARTE GÓTICO surge Santo Tomás de Aquino, el más grande pensador cristiano.

Santo Tomás aspiró, como ningún otro pensador de la época, a una síntesis entre la filosofía y la religión reconociendo la autonomía de ambas disciplinas. La filosofía se basa en la razón, la teología en la fe, ambas por caminos distintos y complementarios persiguen una meta común: la búsqueda de la verdad. Santo Tomás, no obstante considera que no todas las cuestiones pueden ser dilucidadas a través de la razón, ya que existen verdades que sólo pueden ser comprendidas por medio de la revelación, tales como los misterios de la trinidad y de la encarnación de Cristo. Santo Tomás trata de unificar la doctrina cristiana con la concepción aristotélica de la razón y concuerda con la tesis neoplatónica, según la cual todo es creado por Dios de la nada. A partir del siglo XIV se acrecienta la crisis sobre la relación entre filosofía y teología, la concepción tomista y el método escolástico no parecían responder a las preguntas y se inicia, en consecuencia, el camino de los planteamientos escépticos y críticos de la filosofía moderna, discutidos en las universidades renacentistas.