HEREJÍAS MEDIEVALES

La existencia de distintas interpretaciones y corrientes de la doctrina cristiana fue cosa habitual durante los primeros años de la existencia de la Iglesia, hasta que en el Concilio de Nicea (Año 325) se fija la ortodoxia cristiana. A medida que aumentaba la fuerza y eficacia del Papado, convertido en una monarquía teocrática se fueron reduciendo las corrientes heterodoxas.
Sin embargo, la influencia del Papado no logró impedir que surgiesen corrientes heréticas. La secta de los Albigenses o Cátaros fue la más importante de las herejías medievales, no sólo por la extensión territorial - abarcaban todo el Mediodía francés -, sino porque fue el único movimiento que puso en peligro la autoridad papal.

Cátaros expulsados de Carcasona.

Los Cátaros creían en un dualismo real entre el bien y el mal, entre Dios y Satanás, creían en la trasmigración del alma. Tenían un solo sacramento, el consolamiento o imposición de la mano derecha, el cual se recibía normalmente antes de morir para ayudar al alma a trasmigrar de un cuerpo a otro mejor, de animal a humano, de mujer a hombre. El mundo material habría sido creado por Satanás, que utiliza las bellezas terrenales, en especial la seducción femenina y la ambición de poder para tentar a los ángeles. No existe un infierno, el mundo es el infierno en el cual vivimos y Cristo es un ángel caído que trasmigró en el cuerpo de un hombre para revelar la vía de la salvación de los demás ángeles prisioneros: la abstinencia sexual. Por su desprecio al cuerpo, los albigenses abogaban contra el matrimonio y practicaban una ascesis excesivamente rigurosa, que llegaba en algunos casos a la muerte por inanición y al llamado suicidio de liberación

Para combatir la herejía surge la Inquisición, aunque el procedimiento inquisitorio era anterior al siglo XII, mediante la bula del Papa Lucio III, dictada en el año 1184 se retoma a la inquisición como instrumento para acabar la herejía cátara.
Posteriormente, el Papa, Inocencio III proclamó una cruzada contra los Cátaros dirigida por Simón de Monfort. Esta nueva cruzada “…se inició con la matanza de Beziers (1209) y terminó con la batalla de Muret (1213), con la que no sólo se erradicó la herejía de la zona, sino que se ahogó en sangre la independencia del Midi, vinculando la zona definitivamente a Francia…”
(www.arteguias.com/herejiasmedievales.htm )
La voz de Simón de Montfort fue Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos ! …”


Ciudad de carcasona. Languedoc