LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS

La guerra de los 100 años fue el conjunto de confrontaciones bélicas sucedidas a finales de la edad media entre las coronas de Francia e Inglaterra. Como en cualquier conflicto bélico, en especial en éste, de tan larga duración las causas son variadas y a veces confusas. En primer lugar, tuvo un origen dinástico, definir quien sucedería a Carlos IV, último rey Capeto, fallecido sin descendiente varón: los Valois (familia real francesa) o los Plantagenet (familia real inglesa); por otro lado, la guerra fue dirigida a consolidar un gran imperio franco-inglés, que no llegó nunca a consolidarse. En el fondo, la guerra fue la última etapa de la Gran Guerra de Occidente, ocasionada por el matrimonio de Leonor de Aquitania y Enrique II de Plantagenet, a mediados del siglo XII y en consecuencia la lucha por el control de los feudos ingleses en territorio francés. Si esto último es cierto, podemos señalar que “… la guerra de los cien años fue el segundo gran capítulo de la guerra de los trescientos años, si bien separados ambos períodos bélicos por una prolongada tregua de tres cuartos de siglo…” (“Historia del Mundo. Guerra de los Cien Años.” Santiago Sobrequés Vidal. Enciclopedia Salvat, Tomo VII, pag. 73).
Una vez fallecido el Rey Carlos IV de Francia, fue coronado en 1328 Felipe VI, (de la casa de los Valois), en detrimento de Eduardo III de Inglaterra, quién también reclamaba el trono por ser descendiente directo del rey francés por la rama materna.
Felipe VI en ejercicio de su soberanía feudal exigió vasallaje al rey inglés por los feudos que éste poseía en territorio francés, la situación se agravó con la invasión de Guyena. Eduardo contraatacó a Francia ganando la batalla naval de Sluys en 1340. En virtud de la desventaja numérica del ejercito inglés, Eduardo utilizaba sagazmente la táctica chevauchée, es decir incursionaba los sitios desprotegidos de la campiña francesa, saqueando, robando y asesinando a los civiles de sexo masculino. De esta manera Eduardo no sólo se hacía de suministros y tierras sino que socavaba la autoridad feudal del rey francés, en el sobreentendido de que era su obligación la protección de sus vasallos.
Otro hecho importante en esta larga lucha fue la batalla de Potiers (1356), en la cual Eduardo de Woodstock, Príncipe de Gales, conocido como el Príncipe Negro logró capturar al nuevo rey de Francia, Juan II y lo obligó a firmar el tratado de Bretigny (1360). En este tratado, Inglaterra renunciaba al trono francés a cambio de una extensa porción de tierra, llamada Gran Aquitania, además se exigía el pago de tres millones de escudo por la libertad del rey Juan.


El Príncipe Negro. Catedral de Canterbury (1377 a 1380.) El príncipe Eduardo de Gales, primogénito del rey Eduardo III de Inglaterra, no solo debe su nombre por el color de su armadura sino por su fama de cruel caballero. La figura esta hecha de cobre. Material que permite gran riqueza de detalles. La armadura esta trabajada con absoluta fidelidad heráldica

La situación política y económica de Francia se complicó con la detención del rey; se designó como regente a su hijo, el Delfín Carlos, débil e influenciable, El preboste de París Etienne Marcel, en lucha interna con el Delfín, intentó controlar el cobro de los impuestos para el pago del rescate y encabezó una fallida rebelión; Carlos II de Navarra, el Malo, con la intención de recuperar los condados de Champagne y Brie, apoyó la rebelión y ambos se unen a los ingleses. Por otro lado, los campesinos se sublevan en la revuelta conocida como la Jacquerie,
El Delfín Carlos decide imitar las tácticas bélicas de sus enemigos y a partir de 1360 realiza rápidas y devastadoras incursiones contra la costa de Inglaterra, obligando a las tropas inglesas a regresar. Con el propósito de hostigar al ejército en retirada, los franceses arrasaron sus propias tierras para impedir que aquellos obtuviesen comida y ayuda. Muchos ingleses murieron de hambre y disentería pero el precio pagado por Francia fue muy alto.
La suerte favorecía ahora a los franceses; El rey Eduardo III de Inglaterra había fallecido, correspondiéndole la corona a su nieto Ricardo II, quién siendo solo un niño es fácilmente derrocado y muerto por Enrique de Lancaster en 1399, quien asume la corona. Posteriormente será su hijo, Enrique V,
el encargado de llevar la guerra nuevamente al corazón de Francia.
Enrique V, experto en tácticas bélicas, inteligente y audaz se dispuso a derrotar definitivamente a los enemigos franceses. Ofreció casarse con la hija del rey francés en señal de alianza, pero mientras se negociaban los términos, se preparaba la guerra. En 1415 invade Francia con 2500 caballeros y más de 10.000 soldados


El 25 de octubre de 1415 tiene lugar la batalla de Azincourt, aquí los ingleses derrotan al ejército francés que lo duplicaba en número. Esta batalla es un hito en las guerras medievales pues marca la decadencia e inutilidad de la infantería pesada frente a la infantería ligera, por las incomodas armaduras que impedían la movilidad del ejercito. No obstante del éxito militar, Enrique comete un error táctico, desestima la toma de París y decide regresar a Inglaterra por la falta de alimentos y pertrechos.


No obstante, en 1420 se firmó el tratado de Troyes, en el cual se acuerda el matrimonio del rey Enrique V con la princesa Catalina de Francia, asimismo se reconoce al monarca inglés y a sus herederos como los legítimos sucesores del trono francés y en consecuencia se deshereda al Delfín Carlos. Muchos nobles franceses rechazaron el tratado en consideración a un sentimiento nacionalista y apoyan al Delfín.
Enrique V muere en 1422 y a los dos meses muere el monarca francés. La corte francesa desconoce el tratado de Troyes y se niega a reconocer a Enrique VI como rey de Francia. La repuesta inglesa fue coronar al bebé como rey de Inglaterra y Francia y derrocar al Delfín, y en consecuencia invaden nuevamente a Francia. Todo parecía indicar el triunfo inglés, sin embargo la Guerra de los 100 años daría un inesperado giro con la aparición de la Doncella de Orleáns.
Juana de Arco, convencida de haber sido elegida por Dios para liberar al pueblo francés levanta el sitio de Orleáns en 1429, este triunfo es continuado por otros, la batalla de Patay, Troyes, Chalons, Reims, donde el Delfín es coronado rey.
Pero la presencia de Juana empezaba a resultar molesta en la corte real y se le anima a ingresar a un convento; las intrigas fomentan su caída y es derrotada en las batallas de Paris y Compiégne. Fue capturada en 1430 por el duque de Borgoña y acusada de hechicería por la inquisición, fue condenada a la hoguera y muere en Ruan en el año1431.
Las reformas militares, económicas y políticas asumidas por el nuevo rey rindieron sus frutos: poco a poco se reconquistaron las posesiones inglesas en tierra francesa, en 1453 termina la guerra con la toma de Aquitania.
En Inglaterra, enfermo de locura el rey Enrique VI, se inicia una sangrienta guerra civil que se conocería como la Guerra de las Dos Rosas, mientras que en Francia se camina hacia el absolutismo con Luís XI, hijo de Carlos VII.