ARQUITECTURA ROMÁNICA

Nuestra Señora de Poitiers (Francia)
“…Si hay un siglo que, en la civilización occidental, merece llevar el nombre de Renacimiento con mayor exactitud que el XV italiano, es el siglo XI francés…” (“Historia del Arte” Germain Bazin. Ediciones Omega, S.A.) La estrella del arte Románico fue la arquitectura, la cual se desarrolló a través de toda Europa con rasgos comunes, muy diferentes de los restantes estilos medievales, de allí que la plástica Románica tenga una acusada personalidad y una unidad indiscutible.
Dado el carácter religioso del arte Románico, el lugar preponderante que tuvo en aquel entonces la congregación de Cluny, no sólo en lo espiritual sino también en lo político, social y artístico, se puede afirmar que la época románica fue la edad de oro del monaquismo, y por ello las iglesias de los monasterios fueron las construcciones más importantes y bellas del momento. Las edificaciones civiles más escasas y mucho menos interesantes, comprenden monumentos municipales y castillos. 

Arquitectura religiosa.-

Iglesia de la abadía benedictina Maria Laach, Alemania

La arquitectura religiosa estaba compuesta principalmente por las iglesias y monasterios, que inundaron el paisaje medieval llamando a la oración y la meditación. Es indudable que el arte románico era un arte al servicio de la iglesia católica y como tal un instrumento para la fe.
La ruralización y el auge de la vida monástica contribuyeron a que se construyeran infinidad de monasterios, los cuales se convirtieron en centros de vida, no sólo religiosa, sino también cultural y social. Tanto señores como aldeanos se congregaban alrededor de sus iglesias para orar y socializar entre ellos.
En verdad, los monasterios como construcciones que se alzaban en un entorno rural, debían contar con todas las comodidades para satisfacer las necesidades físicas y espirituales de sus habitantes y de los peregrinos que llegaban a sus puertas. Un conjunto monástico importante podía comprender, además de la iglesia y del claustro (un patio cuadrado central que rodeaba los dormitorios de los monjes), de una sala capitular (sala de reunión de los monjes), del refectorio (comedor), del scriptorium (la biblioteca), del cila (granero), de la enfermería, etc.
Monasterio de Saint Martin du Canigou.

Arquitectura civil.- 

Las construcciones más importantes de la arquitectura profana durante la edad media, fueron edificaciones que ejercían funciones de vivienda y defensa contra las invasiones. “…Su materialización se encontró en las ciudades amuralladas y en los castillos, donde la vivienda y la defensa se habían llevado a la máxima funcionalidad…” (“El Románico”, edt.Konemann, p. 70)

Ávila, España. Ciudad amurallada

La construcción de los castillos estaba sujeta a las condiciones del paisaje, a los fines de que la misma topografía del terreno sirviera como instrumento de defensa, normalmente se construía en una zona donde pudiera protegerse en todas las direcciones, como por ejemplo en lo alto de una cima, rodeado de precipicios (castillos de montaña); si se ubicaba en un terreno llano, solía rodearse por un foso (castillos de planicie).
Los castillos más elementales estaban conformado únicamente por una torre o donjon, posteriormente fueron construyendose un conjunto, cuya Torre del homenaje, ya fuera redonda, cuadrada o poligonal era el punto central del castillo.Quizás el más hermoso de todos, sea el Krak de los Caballeros, construido en Siria, para proteger a los peregrinos en Tierra Santa.

Krak de los caballeros

También podemos señalar los puentes que se construyeron a lo largo de los caminos de peregrinación, ej: puente de Besalú en Cataluña, de Saint Bénezet en Avignon, el puente de la Reina en Navarra.

Puente fortificado de Valentre, Francia.

CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA ROMÁNICA.- 
La impresión que producen las iglesias románica es el de una "compacta solidez". En efecto, la arquitectura románica se caracteriza por una estructura pesada debida a los gruesos muros y soportes con los cuales se resuelve el peso de las bóvedas. A continuación mencionaremos algunas de las características emblemáticas del estilo románico, cuyos aspectos más distintivos recaen en el muro, el arco y la bóveda.

1.- Gran anchura de los muros para poder resistir la presión de las bóvedas. 

2.- Uso del arco de medio punto. 

3.- Uso de la bóveda de medio cañón. 

4.- Solidez de la construcción. 

5.- Escasez de vanos. 

6.- Utilización de la piedra. 

7.- Tendencia a la horizontalidad frente a la verticalidad del gótico. 

8.- La escultura y la pintura eran consideradas como artes decorativas de los monumentos y supeditadas a su estructura.

Los muros.-

El románico, desde el punto de vista arquitectónico fue un esfuerzo continuo en construir templos perdurables. Los muros y bóvedas se construyen de piedra para evitar incendios y lograr durabilidad. Como las pesadas bóvedas ejercían presión lateral sobre el conjunto, los arquitectos recurrieron a la creación de muros extragruesos, fortalecidos con contrafuertes. Esto ocasionó que los monumentos
Románicos se vean más grandes en su exterior que en su interior.

Contrafuertes de la iglesia románica de Bembrive (Vigo).

Arco de medio punto.-

Este arco tiene su origen en Mesopotamia, de donde pasa a Roma, a través de los Etruscos. El arco de medio punto o semicircular es característico de la arquitectura romana y de todas las artes herederas, entre ellas, por supuesto la Románica.

El arco de medio punto se construye con piedras en forma de cuñas, llamadas dovelas, las cuales van formando un semicírculo, cuyo ápice superior se cierra a través de otra piedra llamada clave.


Claustro de St. TrophineArles (Francia), formado por arcos de medio punto.

La bóveda.-

Otro elemento primordial de la arquitectura Románica es la bóveda de medio cañón, en forma de media esfera, que se emplea para cubrir espacios longitudinales, como las naves de las iglesias o sus transeptos y trabaja sometida a compresión. Tradicionalmente se construyen de piedras en forma de cuña, donde la primera reposa sobre las siguientes hasta llegar a la clave, que es la piedra superior que cierra la bóveda. Estos techos abovedados daban mayor relevancia simbólica al edificio y por estar construidos en piedras constituyeron verdaderos retos arquitectónicos por el peso que debían soportar los muros.

Bóveda de medio cañón y bóveda de arista.

La bóveda de cañón fue utilizada en la arquitectura romana, prerrománica y por supuesto en la románica.
Al avanzar el estilo románico, se incorpora la bóveda de arista, que es la engendrada geométricamente por el cruce de dos bóvedas de medio cañón y se sitúa en el crucero, es decir en la intercepción de la bóveda de cañón de la nave principal y la bóveda del transepto.

La bóveda desarrolla dos tipos de empuje, el vertical y el lateral. La carga principal del empuje lateral es recogida por el muro exterior reforzado por los contrafuertes y la presión vertical es soportada por los pilares y columnas. “… La arquitectura románica se caracteriza, ante todo, por sus iglesias abovedadas, con una estructura robusta, incluso pesada y maciza en la mayoría de los casos…” (“Historia del Arte”, edit. Lafer, t. 2, p.153).

Bóveda de cañón de Nuestra Señora de Poitiers. Nave central

Bóveda de arista de la iglesia de San Pedro y San Pablo. Alsacia .

Escasez de vanos.-

“… El grosor de los muros y la imposibilidad de abrir en ellos vanos de grandes dimensiones son la causa de esa oscuridad de los espacios interiores, tan sugerente y propicia al recogimiento interior, que caracteriza, en general, a las iglesias románicas y que contrasta con la luminosidad que, como más adelante veremos, invadirá las creaciones del Gótico…” (“Historia del Arte”, edit. Lafer, t. 2, p.154).

En efecto, la estructura de las ventanas y puertas es muy especial durante el Románico, como los muros son muy gruesos, se presta para que los vanos, de reducidos tamaños, sean abocinados con múltiples arquivoltas o arcos de diámetro decreciente y progresivamente hundidos, para ir reduciendo la anchura del muro. Las arquivoltas pueden ser lisas o estar decoradas con relieves geométricos, vegetales o figuras de proporciones grotescas a los fines de adecuarlas al espacio. Los portones además, están coronados de “…un tímpano semicircular, que desempeña una función parecida a la de los frontones de los templos clásicos y, como éstos suele estar decorado con relieves escultóricos…” (“Historia del Arte”, Edit. Lafer, t. 2., p. 155).

Fachada de Santo Domingo de Soria España)

Los soportes.-

Los soportes interiores para contrarrestar la presión vertical ocasionada por el peso de las bóvedas son de dos tipos: columnas y pilares.

Las columnas conservan los elementos clásicos: base, fuste y capitel, pero no se respetan las proporciones clásicas. Predominan los fustes lisos y cilíndricos y los capiteles varían en su forma, siendo los más comunes los del tipo corintio con muchas modalidades, muy alejadas del tipo clásico. Los capiteles se presentan adornados de vegetales, animales o figuras grotescas que se acomodan al espacio, siendo muy característicos los capiteles historiados con temas bíblicos.

Capitel de claustro de St. TrophineArles (Francia).

Los pilares igualmente utilizados para resistir el peso de las bóvedas y contrarrestar el empuje vertical de las mismas son gruesos y de variadas formas, suelen tener medias columnas adosadas.

Los contrafuertes son los soportes exteriores, que adosados al muro exterior ayudan a soportar el empuje o presión lateral de las bóvedas. Los contrafuertes típicos del Románico, posteriormente fueron modificados por arbotantes durante el gótico.

Claustro de Evora. Los contrafuertes subrayan los muros laterales que presentan arcos ligeramente apuntados. 

Las plantas.-

Los templos románicos se caracterizan por la diversidad de sus plantas, pueden distinguirse dos categorías: los de planta central, que a su vez podían ser cuadradas, circulares o poligonales y los de planta alargada, mucho mas frecuentes, como las basílicas de cruz latina. Los de planta centrada fueron utilizados principalmente en baptisterios y en las iglesias de los Templarios. Los templos de planta alargada, pueden ser de una, tres o cinco naves, con o sin crucero. Por lo general la nave central, es más alta, con ventanas que procuran iluminación al templo.

Esquema de la planta alargada de tres naves de la iglesia de Nuestra Señora de Poitiers

Baptisterio de Pisa. Nave centrada

Tendencia a la horizontalidad-

El arquitecto románico se complace en resaltar los diversos pisos del edificio y las hileras de ventanas con molduras que crean un ritmo horizontal complementario. Esta es una diferencia fundamental con el estilo gótico, cuya tendencia es la verticalidad de sus monumentos.

San Martín de Frómista (España)