"...Muchos de los métodos que se conocen hoy en día para conservar los alimentos, no existían en la Edad Media. No había frigoríficos, congeladores ni comida enlatada, pero tenían algunas técnicas muy prácticas y eficaces. Los guisantes y las legumbres se secaban; la carne se ahumaba en la chimenea y la fruta se guardaba en arrope. Pero sin duda el sistema de conservación más importante era la salazón, pues la sal absorbía el agua de la carne o el pescado e impedía que se desarrollaran los microorganismos que causan la putrefacción..."
Los cruzados introducen nuevas especias y los hábitos alimenticios se modificaron, se importaron el jengibre, la pimienta, el clavo y la nuez moscada, se conocieron nuevos frutos como los higos, los dátiles y las almendras. “… El azúcar fue quizá la novedad más importante. Los europeos ricos podían ahora comer frutos secos, pasteles de almendras y tartas de queso aromatizadas con jengibre y aderezadas con azafrán…” (“Historia Universal y de Latinoamérica. Cristianismo y Feudalismo”. Ediciones Nauta. T. t, p.112)
La influencia de la Iglesia tuvo gran impacto en los hábitos alimenticios; el consumo de carne estaba prohibido para los cristianos durante la cuaresma y días de ayuno, así como los productos derivados, tales como los huevos y lácteos. La Iglesia a menudo accedía a demandas de excepciones regionales, debido a la inexistencia o escasez de productos alimenticios alternativos a los productos prohibidos. Las excepciones de cuaresma a veces se extendían a niños, viejos, peregrinos, trabajadores, etc.
".. La frase del Padrenuestro "El pan nuestro de cada día" es casi figurativa para la mayoría de los europeos de la actualidad, pero en la Edad Media era algo más que una realidad concreta. El cereal, generalmente en forma de pan y menos en pasta, era considerada como la ingesta de alimentos más común entre todas las clases sociales. Se estima que el consumo de pan en varias regiones pudo llegar a ser muy similar al 1–1.5 kg por persona y día...". (alimentacionenlaedadmedia.blogspot.com)
Todos los ocupantes del castillo, incluidos los niños, bebían cerveza en grandes cantidades, los cuales eran muy apreciados por sus valores nutritivos y energéticos. El vino aunque más caro no era un lujo y se tomaba con regularidad.
Escudillas, cucharas y cuchillos serían los utensilios utilizados en las mesas medievales en las que apenas aparecen platos, tenedores o manteles. La costumbre de lavarse las manos antes de sentarse a la mesa estaba muy extendida.-