(Oxford 1157- 1199)
Hijo del rey Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania, y tercero en la sucesión al trono. Cuando sólo contaba 15 años edad, Ricardo en alianza con su madre y hermanos se sublevó contra la corona. Además de las razones políticas, Ricardo y Leonor se sentían humillados por haber Enrique seducido a la prometida de Ricardo, Alicia de Francia. Enrique II aplacó la sublevación, recluyó a la esposa en un convento y perdonó a sus hijos.
Posteriormente, una vez fallecidos el padre y los hermanos mayores, Ricardo heredó la corona inglesa en 1189, pero al poco tiempo su espíritu aventuro lo hace abrazar la tercera cruzada en compañía de Felipe II de Francia y Leopoldo de Austria.
Pronto surgen las desavenencias entre ellos, Ricardo se niega a servir al rey de Francia como vasallo y en consecuencia reconocerlo como jefe de la expedición. No obstante, la leyenda negra afirma que Felipe se retira de la cruzada, al sentirse relegado por el matrimonio de Ricardo con Berenzuela de Navarra.
En cuanto a Leopoldo de Austria, la enemistad surge, cuando éste trata de izar su estandarte en las tierras conquistadas y Ricardo se opone, pisándolo en señal de desprecio.
Ricardo pronto se destaca por su nobleza y valentía, lucha al lado de su ejército y por su larga cabellera rubia, pronto se gana el apodo de “Corazón de León”, tomó Messina, Chipre y Acre, pero no pudo conquistar a Jerusalén.
Es notable señalar la admiración mutua que sentían Ricardo y el Sultán Saladino, jefe de los musulmanes, tal es así, que a pesar de no haber conquistado a Jerusalen, logró un acuerdo a los fines de que los cristianos pudieran transitar libremente por la Ciudad.
Al tener noticias de que su hermano Juan Sin Tierra conspiraba en su contra decide regresar a Inglaterra, luego de dos años en Tierra Santa. No obstante su nave se desvía y es apresado por el Duque Leopoldo de Austria, quién lo cede a Enrique VI de Alemania en calidad de rehén.
A pocos les interesaba la libertad de Ricardo, el rey Felipe II de Francia se alió con Juan Sin Tierra, el Papa Celestino II lo rechazaba por su conducta, los españoles estaban molestos por los desplantes a Berenguela; sólo su madre - y Robin Hood, según la leyenda - luchó incansablemente por liberar a Ricardo y tras dos años de cautiverio y el pago del rescate equivalente a 34.000 kilos de plata, Ricardo logra la libertad.
Una vez en el trono de Inglaterra lucha contra Francia para recuperar los ducados de Aquitania y Normandía, falleciendo en 1199, al ser herido por una flecha en el cuello en el sitio del castillo de Chales, sintiéndose morir reclama la presencia de su madre, quien acude a su lecho de muerte. Al morir perdona a su asesino.
Sus restos reposan en la Abadía de Fontervrault, panteón de los Plantagenet, al lado de su madre.